Este restaurante es el paraíso de los desayunos ‘quesosos’ en la CDMX 

Desde su apertura hace ya más de seis años, Épice se ha ganado el corazón de sus comensales en Bosques de las Lomas. El lugar se autodefine como un ‘oasis de bienestar’, y la chef Julia Sánchez describe su comida como healthyish, pues el menú está consciente de que nutrir el cuerpo es igual de importante que nutrir el alma, y el objetivo es servirle a todo aquel que visite este rinconcito exactamente lo que necesita para sentirse bien. Pocas cosas cumplen tan bien con este cometido como cantidades generosas de queso en un plato bien gratinado. 

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Qué mejor para apapachar al corazón y al paladar que una fusión de los sabores más entrañables de la gastronomía francesa, mediterránea y mexicana. La idea no es comprometerse con una cocina o región geográfica específica, sino más bien construir el menú alrededor de los platillos que nos generan una sensación de bienestar. La chef pone en alto su formación en el Cordon Bleu de París y demuestra una y otra vez que las recetas que más te consienten pueden ser también las más cotidianas, y las lleva al siguiente nivel con una ejecución impecable. 

La receta de sus molletes, con ciabatta, frijoles, tres quesos y pico de gallo, se ha mantenido prácticamente intacta desde los inicios del restaurante, y es que en realidad no hay nada que mejorar: el pan crujiente hace el contraste perfecto con el terciopelo de los frijoles, pero definitivamente la joya de la corona es el gratinado perfecto, crunchy en la superficie y cremoso en el paladar. Si además agregas la frescura del pico de gallo (fundamental en el imaginario mexicano), lo que tienes en la boca es el paraíso. 

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Si adoras el queso, tampoco te puedes perder el grilled cheese, con pan de masa madre, queso cheddar y dip de jitomate rostizado, o el croque rib, hecho con pan campesino, short rib horneado, dijon, queso manchego, huevo y una bechamel gratinada insuperable. Otra opción deliciosa y un poco menos convencional es el toast de hongos, con hongos salteados, salsa macha de chiles ahumados, cebolla crujiente, huevo pochado y una crema de queso de cabra que te hará sentir que te derrites en tu silla. 

Por si la comida no fuera suficiente, la terraza pet-friendly es ideal para los días cálidos, pero también está equipada con cobijas y calentadores para recibirte cuando el clima enfría. Sin embargo, si no tienes tiempo de sentarte, puedes pedir un café y un bocadillo en la barra de take-out para no perderte del placer de regalarte un momento ultra placentero y reconfortante incluso en las mañanas o tardes más ocupadas.  

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