México es un país repleto de destinos de calles adoquinadas y callejones serpenteantes donde la historia se ha quedado impregnada en el aire. Independientemente de si se trata de hechos o no, los mitos urbanos terminan por convertirse en parte de la identidad de los espacios. A lo largo de los siglos, las grandes ciudades —sobre todo, en muchos casos, sus Centros Históricos— se han ido convirtiendo en escenario de las historias de amor, aventura y venganza más épicas. Estos son cinco destinos para hacer callejoneadas en México y dejarte la piel chinita con sus leyendas.
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Querétaro
El Centro Histórico de Querétaro no solo es uno de los más bonitos del país, sino también uno de los más antiguos. Su plano urbano conserva la típica traza reticular de las ciudades coloniales, pero también los callejones serpenteantes de la época prehispánica, cuando comunidades otomíes, tarascas y chichimecas habitaban el territorio. Pasear entre sus grandes fachadas barrocas y vislumbrar los enormes arcos de piedra de su acueducto es un viaje en el tiempo, y por supuesto, el escenario ideal para hacer una callejoneada. Leyendas y Mitos de Querétaro y Noches de Leyenda son algunas de las empresas que se dedican a organizar recorridos a pie a la luz de las farolas, mientras los personajes de las leyendas más famosas de este antiguo pueblo colonial te cuentan sus historias para ponerte la piel chinita.
Guanajuato
Seguramente habrás escuchado la leyenda del Callejón del Beso al menos una vez, y esta es solo una de las muchas historias —algunas románticas, otras escabrosas— que se inscriben en las calles de Guanajuato. Este es uno de los mejores destinos para ir a una callejoneada en México, pues además de sus famosísimas momias, la ciudad cuenta con más de tres mil callecitas sinuosas perfectas para ambientar tramas de enamorados y fantasmas. Acompañados por los panderos y los cantos de la Tuna Virreynal de Guanajuato, no se pierdan la oportunidad de recorrer sus calles adoquinadas al caer la noche.
Morelia
Conocida como ‘la ciudad rosa’ por sus edificios virreinales con fachadas barrocas de cantera rosa, Morelia es uno de los lugares más mágicos para hacer una callejoneada en México. Además de sus múltiples sitios de interés histórico, también cuenta con serpenteantes callejones empedrados repletos de mitos y leyendas urbanas. El Callejón del Romance es uno de los más populares, pero si prefieres las emociones más fuertes, no puedes perderte el Callejón del Muerto, la Pila de la Mulata —en la esquina entre la calle Héroes de Nacozari y Cinco de Febrero—, la catedral y el convento de San Agustín, donde podrás escuchar algunas otras leyendas tenebrosas para poner los pelos de punta.
Ensenada
Esta ciudad en la costa de Baja California no solo es un epicentro gastronómico en el norte del país, sino que además es insospechadamente atractivo para los amantes de los mitos y las leyendas. Si bien la ciudad se fundó hacia finales del siglo XIX, Ensenada ha tenido suficiente tiempo como para hacerse de un buen arsenal de historias tenebrosas. La mayoría giran alrededor de la que hoy es la Casa de Cultura Hotel Rivera. El recinto se construyó a finales de la década de 1920, y se inauguró el 31 de octubre de 1930 con todo el lujo y el exceso de un resort con casino para escapar de la ley seca en Estados Unidos. Durante el día, es el spot ideal para ir por una margarita al Bar Andaluz, pero por la noche, ofrecen recorridos guiados para conocer su historia y las leyendas que habitan sus pasillos.
Zacatecas
Con su espléndido pasado minero, Zacatecas es una ciudad que brilla por sus edificios coloniales rodeados de grandes cerros. Esta es una ciudad de empinadas laderas llenas de escaleras que suben y bajan para descubrir los rincones más mágicos e ‘instagrameables’. Aquí también es posible hacer callejoneadas para aprender más sobre las leyendas que dotan de identidad al destino, muchas de las cuales giran en torno a las grandes minas y los tiempos de esplendor económico de la región. Algunos recorridos incluyen visitas a destilerías y tiendas de dulces con mucha historia, donde además de escuchar relatos fascinantes, podrás probar algunos ejemplos de la gastronomía local.