Machu Picchu es probablemente la insignia más icónica de Perú, sobre todo en las mentes de los viajeros que sueñan con descubrir la legendaria ciudad inca en medio de las nubes en la cima de los Andes. Sin duda, Machu Picchu es uno de los grandes tesoros de Perú —no por nada es considerada una de las Siete Maravillas del Mundo—, pero definitivamente no es el único sitio por el que vale la pena tomar un avión para visitar este país latinoamericano. Existen montones de motivos para visitar Perú en tus próximas vacaciones, pero aquí te dejamos algunos destinos cerca de Machu Picchu que merecen mucha más atención y que harán de tu visita a Perú una experiencia muy enriquecedora.
¡Viajen, disfruten y compartan!
Cusco
Por supuesto, sería absurdo pensar en visitar Machu Picchu sin conocer también el esplendor de la ciudad de Cusco, pues de entrada, para llegar a la antigua ciudad inca hay que aterrizar en avión en el aeropuerto de esta ciudad. Esta ciudad milenaria conserva aquél esplendor señorial de la época de los incas, pero además en cada uno de sus rincones se respira la rica cultura de la ciudad: basta con pasear por el barrio de San Blas para descubrir la habilidad de los artesanos cusqueños, o visitar el mercado de San Pedro para darse una idea de la idiosincrasia del pueblo, recorrer sus alrededores para sorprenderte con los paisajes andinos, o caminar por el centro histórico para respirar ese aire auténticamente peruano y cosmopolita a la vez, así como para descubrir por qué la gastronomía peruana es considerada como una de las mejores del mundo.
El Puente Q’eswachaka
Otro de los tesoros peruanos que ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO es el Puente Q’eswachaka, el último puente inca que sobrevive escondido entre las montañas de los Andes en Perú. Con 28 metros de longitud y 1.20 metros de ancho, este puente colgante fue construído hace cinco siglos y forma parte del Gran Camino Inca. Este puente conserva su esplendor de antaño gracias a las comunidades Chocayhua, Chaupibanda, Huinchiri y Collana, las cuales celebran un festival anual durante la segunda semana de junio para trenzar el ‘ichu’ y remendar las cuerdas rotas. El Puente Q’eswachaka se encuentra en el distrito de Quehue, en la provincia de Canas, a tres horas y media en auto desde Cusco.
Andahuaylillas
También conocida como ‘la Capilla Sixtina peruana’, la venerada iglesia de San Pedro esconde una de las grandes joyas del barroco andino. La fachada renacentista y austera de esta iglesia de 1626 resguarda en el interior espectaculares retablos con motivos naturalistas recubiertos en brillante hoja de oro y grandes lienzos que narran eventos bíblicos como la Crucifixión y el Bautismo de Cristo. A menos de una hora desde Cusco, Andahuaylillas forma parte de la ruta barroco-andina —junto con los tempos de la Compañía de Jesús, San Juan Bautista de Huaro y la Capilla de la Virgen Purificada de Canincunca—, y definitivamente es uno de los destinos cerca de Machu Picchu que vale la pena conocer, sobre todo si te consideras un amante de la cultura y la historia del arte.
Pikillaqta
A solo 30 kilómetros de la ciudad de Cusco, Pikillaqta revela una ciudad con más de 700 edificios construidos por la cultura Wari a finales del siglo VI y que permanecieron habitados hasta el siglo IX —es decir, los Wari fueron una cultura preinca que influyó en gran medida en el desarrollo del que luego se convertiría en uno de los imperios más importantes del continente—. Así pues, para complementar la visita a Perú, no te olvides de visitar también este otro destino cerca de Machu Picchu.
Moray
Si tienes el propósito de aprender todo lo posible sobre la civilización inca, no te puedes perder el sitio arqueológico de Moray, un destino cerca de Machu Picchu que revela los increíbles avances científicos y tecnológicos de los incas. A solo 50 kilómetros de Cusco, estas ruinas incas funcionaron como un gran centro de investigación agrícola conformado por diversas plataformas y andenes circulares y concéntricos en la cima de las montañas de los Andes. Se sabe que cada en una de ellas se sembraron montones de especies de plantas de todo el país, desde las plantas provenientes de las costas, hasta aquellas originarias de la amazonía.