Lo sabemos, París es una ciudad entrañable que merece un viaje completo para recorrerla toda. Sin embargo, Francia está lleno de destinos deslumbrantes que lo tienen todo, desde paisajes naturales y arquitectura medieval hasta sofisticadas boutiques y una propuesta gastronómica envidiable. Sin duda, Francia es uno de esos lugares que vale la pena descubrir de a poco, y aquí te dejamos algunos de los lugares que tenemos en nuestro bucket list pasta que consideres incluirlos en el tuyo también.
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Valle del Dordoña
Este departamento en el suroeste del país es uno de esos destinos en Francia de los que poca gente habla, pero que sin duda merece un viaje propio para explorar todos sus tesoros: pinturas rupestres, castillos medievales, mansiones góticas y renacentistas y pueblos con calles serpenteantes. Para empezar, debes saber que aquí se encuentra la cueva de Lascaux, la cual resguarda alrededor de 2500 pinturas rupestres de aproximadamente 20,000 años de antigüedad. También encontrarás castillos medievales encaramados en las laderas de los acantilados, como el Château de Beynac-et-Cazenac y el Château de Hautefort. Aunque todo se puede recorrer en auto, también es posible hacer el viaje en bicicleta.
Estrasburgo
Ubicada en el noreste de Francia, en la frontera con Alemania, la región de Alsacia se distingue por su riqueza cultural. Así pues, su capital Estrasburgo guarda secretos en todos sus rincones, y es uno de los mejores sitios para deleitarse con la arquitectura y la gastronomía local. El Centro Histórico ha sido declarado Patrimonio Mundial, mientras que su catedral es la catedral gótica más antigua del mundo. Lo mejor será pasear a lo largo del río y descubrir todos sus barrios, empezando por Petite France, que destaca por sus encantadoras casas coloridas con entramado de madera. No te vayas sin comer en un Winstub, el típico bistró alsaciano donde la cocina tradicional y los vinos lo son todo.
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Lille
La capital de los Altos de Francia es, sin duda, uno de los destinos más infravalorados en Francia. Y es que su patrimonio cultural es extenso, desde museos espectaculares —empezando por el Palacio de Bellas Artes o el LaM de arte moderno y contemporáneo— hasta salas de conciertos y cocina tradicional. Te recomendamos comer en un auténtico estamient, bistros locales donde los mejillones con queso maroilles son la especialidad. En cuanto a la bebida, quizá te sorprenda saber que a pesar de que seguimos en Francia, no es el vino, sino la cerveza, la que acompaña la comida.
Mont Saint Michel
Normandía ya es uno de los destinos más espectaculares en Francia que hay que visitar al menos una vez en la vida, pero sin duda Mont Saint Michel es un tesoro en sí mismo. Se trata de una isla que se caracteriza por ser hogar de la Abadía de Mont Saint Michel, un templo benedictino construido en el siglo VIII en lo alto de la montaña. Durante siglos, fue uno de los mayores sitios de peregrinaje en Europa, y hoy en día es considerado Patrimonio de la Humanidad. Su belleza medieval te robará el aliento, pero también sus museos, restaurantes, hoteles y boutiques.
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Toulouse
Pocos destinos en Francia tienen una ubicación tan privilegiada. Y es que Toulouse se encuentra entre el río Garona, el Canal du Midi, los Pirineos y el Mediterráneo. También conocida como ‘la ciudad rosa’, sus postales destacan por los edificios de ladrillo que exacerban aún más la calidez de la región de Occitania. Puedes empezar el recorrido en la plaza del Capitolio, que es el corazón de la ciudad, y después dar un paseo por el río Garona. Tampoco te pierdas el Convento de los Jacobinos, construido en los siglos XIII y XIV al más puro estilo gótico. Si quieres sumergirte en la naturaleza, lo mejor será visitar el Jardín des Plantes —con plantas, cascadas, puentes y hasta animales— o el Jardín Japonés Pierre Baudis que recrea los espacios zen del continente asiático.
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