Las haciendas chocolateras más emblemáticas de Tabasco (morirás de antojo)

Por su clima húmedo y su ubicación geográfica, el estado de Tabasco tiene rica tradición en la producción de cacao y chocolate. La historia del chocolate en Tabasco se remonta a la época prehispánica, cuando los olmecas y los mayas cultivaban cacao en la región, un tesoro muy cotizado y a partir del cual se elaboraba la bebida de los dioses. Durante la época colonial, Tabasco se convirtió en un importante centro de producción de cacao, y sus plantaciones abastecían la creciente demanda europea de chocolate. Actualmente, las plantaciones de cacao en Tabasco son conocidas por su alta calidad y se atraen a personas de todo el mundo por su riqueza natural y sensorial. Además, la elaboración del chocolate en este lugar sigue cuidando los procesos artesanales, utilizando técnicas tradicionales transmitidas de generación en generación. Si eres amante de este manjar, no puedes dejar de visitar estas tres haciendas chocolateras en Tabasco. 

¡Viajen, disfruten y compartan!

Te puede interesar: Tapijulapa: el Pueblo Mágico más típico y bonito de Tabasco.

Hacienda Jesús María

Se dice que la tradición chocolatera de la Hacienda Jesús María se remonta al siglo XIX, incluso antes de que la familia Cacep —creadora de la marca Cacep Chocolates— comprara el lugar en 1917. Desde entonces, la familia se ha dedicado a la producción de este manjar tan socorrido, procurando cuidar los procesos de elaboración y la calidad de la materia prima. Como la mayoría de las plantaciones cacaoteras, aquí no encontramos filas ordenadas ni especies delimitables: todo estalla entre las hojas de las ceibas, cedros, plátanos, pimienta, hule y, por supuesto, cacao. 

A lo largo del recorrido aprenderás no solo sobre las características biológicas y naturales de las plantaciones de cacao, sino también sobre las tradiciones y modos de vida que se articulan alrededor de este quehacer. Además de visitar el antiguo casco de la hacienda, podrás conocer también una recreación de una casa típica chontal, la comunidad maya campesina que trabajaba estas tierras. En su cocina serás testigo —y participante— de los pasos esenciales de la producción artesanal del chocolate, como la elección de las semillas y la obtención de sus subproductos (la manteca de cacao, la pasta de cacao y la cocoa). Para complementar, el recorrido por la fábrica de Chocolates Cacep culmina con una degustación para vivir la experiencia a través de todos los sentidos.

Hacienda La Luz

En 1958, el inmigrante alemán Otto Wolter fundó en Chontalpa una de las fábricas de chocolate con mayor tradición en Tabasco. En Hacienda La Luz los procesos se basan en las técnicas tradicionales del metate, dando pie al chocolate en polvo que por mucho tiempo fue el sello de la casa. En los últimos años, Wolter ha desarrollado una línea de chocolatería fina que ha merecido prestigio internacional y que la ha convertido en la fábrica de chocolates mexicana más premiada a nivel mundial. Para ello, en Hacienda la Luz se realiza una enorme labor de investigación y mejoramiento de los ingredientes y las técnicas chocolateras en sus plantaciones de cacao, árboles frutales y flores tropicales. 

Hoy por hoy es posible visitar la hacienda a través de sus experiencias guiadas, en las cuales podrás recorrer las plantaciones (un plan ideal para lxs amantes del senderismo), la casa grande y la fábrica, degustar los chocolates premiados e incluso elaborar tu propio chocolate en un molino de piedra. Para quienes están ansiosos por adentrarse en el mundo de la confitería y están dispuestos a ensuciarse el delantal en la cocina, puedes probar los cursos y talleres de la mano de un chef que te enseñará las técnicas y trucos de los maestros chocolateros. 

Te puede interesar: 6 chocolaterías mexicanas que debes conocer (sus productos no pueden faltar en tu alacena).

Finca Cholula

Este lugar se especializa en la agricultura orgánica, a través de la cual buscan investigar, educar y sensibilizar a lxs visitantes acerca de la flora, fauna y técnicas naturales de la región, así como la importancia de preservar la herencia cultural y los saberes ancestrales. Ofrecen recorridos guiados a través de la vegetación exuberante entre la que destacan las mazorcas de cacao que crecen a la sombra de enormes cedros y ceibas en los que habitan monos saraguatos y aves de distintos tipos. 

La siguiente parada es un recorrido por la fábrica de chocolates El Chontal, la cual se basa en técnicas artesanales y evita el uso de químicos y sustancias artificiales para asegurar la mayor calidad no solo en sabor y textura, sino también en términos nutricionales. Como dato interesante, aquí también aprenderás sobre las diferentes enfermedades que puede padecer el cacao. La visita termina con la preparación de un chocolate espumoso y especiado para cerrar con broche de oro la experiencia.