A de Abeja, es un proyecto que invita a descubrir los diversos matices de las mieles mexicanas que buscan promover un consumo responsable y consciente de este producto. El proyecto trabaja acciones colaborativas que muestran los diversos matices de las mieles mexicanas. Es por eso que A de Abeja, decidió abrir el primer Honey Tasting Room en la CDMX. Un lugarcito para explorar los diferentes tipos de miel.
Conoce el primer Bee Bar de Abeja Reyna en la CDMX (Mocktails con miel, tratamientos de belleza natural y productos orgánicos)
Este Honey Tasting Room se ubica en Colima 220, un lugar cerrado especializado en promover la miel mexicana con catas programadas, por lo cual si deseas visitarlo tendrás que reservar en línea. En este espacio podrás disfrutar de una amplia variedad de mieles con sabores únicos y sorprendentes. Algunas variedades únicas son la miel de acahual –una miel llena de complejidad–, la miel mantequilla, la miel de aguacate, y la miel de manglar –que tiene una deliciosa acidez, propia de la miel de chinampa–.
Sus honey flights ofrecen al público una degustación de cuatro mieles acompañadas de maridaje, que consiste en una cuidada selección de quesos, frutos secos y frutas de temporada. El primero incluye las mieles de mezquite, aceitilla, mangle y aguacate, aunque la selección puede variar según las estaciones del año y las floraciones. La duración de la experiencia es de una hora y media y tiene un costo de $650 pesos por persona.
Consumir dos cucharadas de miel de abeja al día te cambiará la vida
Sin embargo, puedes visitar el Honey Tasting Room para probar y adquirir las mieles que más te llamen la atención o solicitar a través de sus redes sociales el diseño de una experiencia personalizada para una ocasión especial. Las experiencias sensoriales fueron diseñadas con el objetivo de redescubrir la biodiversidad de México a través de los aromas, sabores y texturas de las mieles, además de crear conciencia sobre los desafíos que enfrentan las abejas y los apicultores.
La familia de A de Abeja está compuesta por doce personas –apicultoras– dedicadas exclusivamente al mercado local. Quienes cuidan meticulosamente sus cosechas, seleccionando áreas con suficientes flores, libres de agroquímicos y manteniendo las colmenas en el mejor estado. Su colección de mieles agrupa dieciocho floraciones distintas producidas por la misma especie de abeja –apis melífera o abeja europea–. Sus procesos de cosecha, extracción y envasado son en frío, por lo cual conservan todas sus cualidades botánicas, como: sabor, olor y textura de la miel.
