Ubicado en el pico más alto de la isla de Honshu y de todo Japón, el Nishiyama Onsen Keiunkan es el hotel más antiguo del mundo fundado hace 1317 años. Este hermoso y místico espacio ha albergado a más de 52 generaciones de la misma familia y se ha consolidado como uno de los lugares más hermosos del mundo por mucho tiempo. Además de ser merecedor a diversos reconocimientos y el Récord Guinness por su antigüedad y belleza.
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Uno de los mayores atractivos de este hotel son sus aguas termales y su cocina, la cual se sirve con toda la ceremonia típica de la región. Cada plato del Nishiyama Onsen Keiunkan, se sirve en kaiseki —una forma de servir platos ligeros y pequeños para la ceremonia del té— degustaciones de los mejores ingredientes de la zona con preparaciones únicas como los fermentos de la casa y la bebidas a base de arroz.
Sobre Monte Fuji —el pico más alto de Honshu— se puede vivir la paz y la tranquilidad de un lugar lleno de historia que funciona como un hotel para los viajeros que buscan reconectar con la naturaleza y purificar su mente, alma y cuerpo. Ya que aquí no hay ninguna conexión con el mundo moderno, solo el sonido de las aves y el correr de los riachuelos alrededor de la casa.
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Nishiyama Onsen Keiunkan es el hotel más antiguo del mundo y eso hace que cada espacio sea único. Entre las historias que destaca de este ryokan —alojamiento tradicional japonés— es que era la estancia de los samurais antes de cada batalla. Este hermoso hotel fue renovado en 1997, pero la arquitectura y sus jardines mantienen la misma estructura.
Está situado en la región montañosa de Honshu, lo que permite tener paisajes espectaculares de la isla. Además de ser el único lugar de la zona en servir la famosa carne koshu —una carne con marmoleo marcado que se derrite en la boca. En este hotel o ryokan, las 37 habitaciones que lo conforman tienen un diseño minimalista y sobrio que permite relajar la mente y descansar a la perfección.
Sin duda, algo que hace único al hotel más antiguo de Japón son sus tinas —onsen— de aguas termales que corren del río de la isla. Cada una de estas enormes tinas, te permiten admirar los paisajes montañosos de Honshu, mientras te renuevas y mejoras tu salud con sus minerales. Sin duda alguna, un hotel que vale la pena tener en la mira.
