Al norte de nuestro país existe un lugar que solamente los amantes de la conducción y los más intrépidos se atreven a cruzar. Se trata de La Rumorosa, ‘la carretera más peligrosa de México’ que se caracteriza por tener curvas cerradas y a su lado enormes formaciones rocosas. Además, durante su trayecto ofrece postales espectaculares y una serie de atractivos que hacen que los conductores quieran detenerse.
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La Rumorosa: La Carretera más peligrosa de México
La Rumorosa se encuentra ubicada en el Pueblo Mágico de Tecate y parte de su ruta cruza la Sierra de Juárez y la Laguna Salada. Su peculiar nombre se debe al ruido que ocasiona el viento cuando choca contra las montañas, fue entonces cuando los lugareños comenzaron a llamarla como ‘La Rumorosa’. Sobre todo porque ese susurro comienza a escucharse desde la zona desértica que se inicia en la Carretera Federal 2D.
¿Se puede ver la Falla de San Andrés desde La Rumorosa?
Por su ubicación geográfica, desde La Rumorosa se pueden apreciar imponentes vistas hacia las montañas. Además de qué ahí también se observan mágicos atardeceres. Sin embargo, mientras más se recorre la carretera es posible tener vistas panorámicas de la Falla de San Andrés. Hay quienes por trabajo —traileros— o por ir de road trip se atreven a manejarla, aún sabiendo que las curvas son muy cerradas y peligrosas. Y por tanto deben manejar con precaución y no exceder los 60 kilómetros por hora.
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Qué ver durante el camino en La Rumorosa
La Rumorosa no es una simple carretera más de México. A lo largo de sus 20 kilómetros de distancia hay miradores con binoculares y telescopios que permiten disfrutar de las bellas postales. También se localiza la Casa de Piedra, El Vallecito —una zona arqueológica donde hay pinturas rupestres—, y el Parque Eólico La Rumorosa 1 que fue inaugurado en 2010 y que cuenta con cinco aerogeneradores que produce en promedio 20 mil megawatts de energía al año. Parte de esta energía se vende a Mexicali y se destina al alumbrado público del municipio. Los más intrépidos no la cruzan en auto, sino más bien prefieren hacerlo a través de senderismo, bici de montaña y rappel.
¿Te atreves a recorrerla?