Ticuchi significa murciélago en mixteco. Es también el nombre de un agave silvestre oaxaqueño utilizado para producir mezcal, y del más reciente restaurante del chef Enrique Olvera. Ubicado en la antigua casa que resguardaba a Pujol, Ticuchi es un proyecto gastronómico que busca abrir una conversación sobre la producción mezcalera en Oaxaca, mediante una selecta reserva de destilados y una cocina tradicional que homenajea al agave. Asemeja a una tenue y oscura cueva, pero ahora muestra su faceta diurna y resplandeciente en su nueva expresión: La Ventana del Ticuchi.
Desde su apertura en 2019, la gran ventana de Ticuchi fue una visión inherente del establecimiento, era una manera en que los peatones y comensales podían adentrarse a la cocina del restaurante sin necesidad de reservación. Ahora, se transforma en un nuevo concepto que posibilita los platillos con el distintivo sello del chef Olvera para comer de pie, sentado en su larga barra, o andando y para llevar.
Su pequeño y conciso menú está lleno de indulgentes placeres. El más destacado es un tamal de esquites, que tienen disponible siempre. El resto de los platillos varía constantemente, cada día ofrecen guisados y caldos distintos. Entre sus postres encontrarás donas de tepache, centros de dona de maíz, y plátanos al comal con crema y queso. La carta también incluye una selección de mezcales artesanales, aguas frescas, café y abarrotes.
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La Ventana del Ticuchi sigue la misma línea cualitativa que caracteriza al resto de los proyectos de Grupo Olvera. Más que cocina mexicana contemporánea, ofrece una representación culinaria de respeto hacia los ingredientes endémicos, sabores y tradiciones de la cultura mexicana. Es un rinconcito que invita a consentirse con comida bien planeada, tradicional y, lo más importante, deliciosa.
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Dirección: Petrarca 254, Polanco.
Teléfono: 55 1299 7077
Sitio web: Facebook
Foto de portada: Cortesía La Ventana del Ticuchi