Elegir un sitio para ir a comer es como decidir qué ponerte antes de salir de casa por las mañanas. Dicha decisión puede cambiar tanto para bien como para mal tu día completo. Afortunadamente, quienes frecuentan la zona de Bosques de las Lomas ahora cuentan con uno de esos templos culinarios infalibles, que sin importar la ocasión, el día o el horario en el que lo visites, siempre es garantía de sabor, buen servicio y un entorno digno de recordar.
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Estamos hablando de Nana, un restaurante de cocina internacional que desde hace diez meses ha cautivado a los paladares de la zona con sus ingredientes cuidadosamente seleccionados, con su menú creado para brindar una probadita de diferentes regiones del mundo y con sus técnicas que combinan tradición con un giro muy especial de innovación.
Al llegar a Nana, te sorprenderás con su espectacular arquitectura interior, en donde cómodas sillas y sillones contrastan con techos altos que resguardan árboles al interior, iluminados por una luz cálida que te hará sentir como en casa desde el momento de la llegada. En el segundo piso cuentan con una barra de sushi que sirve un menú omakase los lunes, aunque puedes visitarlo también durante el resto de la semana –excepto los domingos– si deseas vivir una experiencia japonesa auténtica.
En la planta baja, podrás optar por sentarte en la barra para disfrutar los jueves de cócteles gratuitos para mujeres o elegir una de sus cómodas mesas para compartir un festín con amigos, en pareja, con tu familia o con tus compañeros de oficina. Cualquiera que sea el caso, este sitio superará tus expectativas.
Para comenzar, te darán la bienvenida con un pan calientito, acompañado con mantequilla y verduras encurtidas. Para la entrada, te sugerimos que pruebes la crema de coliflor con queso de cabra cenizo o que compartas los tacos de pato marinado, con tortilla frita de harina y salsa hoisin para acompañar.
Si deseas una opción de mar para el plato fuerte, no te puedes ir sin probar su pulpo a las brasas acompañado de setas, lo sirven con la textura perfecta que te permite disfrutar de cada bocado. Si por el contrario, prefieres un platillo de tierra, el mole de Santiago Miahuatlán preparado con almendras y espolvoreado con avellanas se convertirá en tu platillo favorito. Lo acompañan con pechuga de pollo y plátano macho relleno de frijoles y cubierto de amaranto.
Para cerrar con broche de oro, pueba su pay de limón deconstruido, con supremas de limón eureka, para darle un toque extra de frescura.
Nana es un restaurante para quienes desean pasarla bien en un espacio cálido y relajado pero con un toque sofisticado al mismo tiempo. Su cocina fusiona los sabores tradicionales de la cocina mexicana con influencias de otras partes del mundo y un giro creativo muy interesante. Es el lugar perfecto para aquellos días en los que deseas comer rico sin dejar espacio para errores.
¡Coman, disfruten y compartan!