Seguramente te has preguntado en más de una ocasión cuáles son las playas más bonitas y paradisíacas de todo México y probablemente el resultado arroja a más de una. Sin embargo existen dos cuyos nombres son abismalmente diferentes: la playa del amor y la playa del divorcio. Estás dos costas se ubican a tan solo unos pasos del Arco de Los Cabos, justo donde el Mar de Cortés y el Océano Pacifico se unen para crear un fenómeno natural que ya se ha convertido en una parada obligada para los turistas quienes desean conocer la historia de estas pequeñas islas.
Particularmente la ‘playa del divorcio’ o la ‘playa de los amantes’ como también es conocida es una de las islas que más llama la atención de sus visitantes y no precisamente por su belleza natural, sino por su peculiar nombre que, de acuerdo con los locales y guías de turistas este proviene de dos historias un tanto fascinantes. La primera nace para hacerle contra a la playa del amor, que se caracteriza por su arena suave y oleaje tranquilo, ideal para nadar, practicar snorkel y paddle board.
Por el contrario, la playa del divorcio en México aunque si bien mantiene su encanto natural es una zona mucho más peligrosa, la corriente es fuerte y está prohibido parar a hacer cualquier actividad en ella—por seguridad de los visitantes—. Pero, en ocasiones cuando la naturaleza lo permite, es posible descender y sentir la arena. La segunda historia tiene que ver con una narrativa en la que según cuentan, una pareja enamorada se encontraba en la playa del amor, felices y enamorados y, llegaron a la playa del divorcio, donde tuvieron un accidente y fueron arrastrados por la corriente y de ahí que surgiera su nombre opuesto al romanticismo.
Para llegar a esta pequeña playa es necesario hacer un tour o rentar una lancha o un barco en el puerto marítimo de Los Cabos. A partir de ahí navegar por mar abierto para apreciar la belleza de este destino, la inmensidad del mar, las aguas cristalinas y la variedad de fauna que ahí habita. Te recomendamos alquilar las lanchas de fondo de cristal, así podrás admirar la claridad del Océano Pacífico y la diversidad de peces bajo el agua, además de ver el Arco en todo su esplendor. Disfruta de la brisa y de las puestas de sol más bonitas al norte del país. Si tienes la oportunidad ve en la temporada del avistamiento de ballenas, es un gran espectáculo.