México es un país de patrimonio gastronómico impresionante que, si bien puede disfrutarse en recintos que se mantienen fieles a sus recetas tradicionales, también vale la pena explorar en propuestas más contemporáneas. Con más de dos décadas compartiendo una maravillosa reinvención de la comida mexicana, Pujol es un must para quienes busquen conocer en su totalidad la escena culinaria en la CDMX, con un menú evolutivo y enraizado en las técnicas clásicas de la cocina nacional. Aquí te contamos cómo es visitarlo.
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Desde hace algunos años, Pujol se ha consolidado como uno de los mejores restaurantes de México, con una propuesta de cocina contemporánea basada en el respeto profundo a la herencia culinaria del país. Se encuentra posicionado como No. 5 dentro de ‘The World’s 50 Best Restaurants 2022’, esto gracias a su cuidado preciso a la técnica en cada una de sus preparaciones, así como a sus menús —omakase y degustación— evolutivos y de privilegio a los ingredientes locales de temporada.
El restaurante comparte la propuesta gastronómica del chef Enrique Olvera, desarrollada por el chef ejecutivo Jesús Durón y asegurándose de ofrecer platos de transformación y reinvención constante. Se puede optar por un omakase, una experiencia inspirada en el omakase japonés en la que los comensales dejarán guiar completamente su menú por el chef, conformado como una barra de tacos que cambia sus platos a diario.
En caso de buscar la experiencia clásica en Pujol, entonces lo mejor será elegir su menú degustación, que destaca algunos de los platos más emblemáticos del restaurante. Tanto su omakase como su menú degustación pueden pedirse con o sin maridaje, aunque vale la pena disfrutarlo con la sugerencia de bebidas, esto para potencializar al máximo el sabor de sus platos. Si bien estos últimos cambian de acuerdo a la temporada, también hay diversas opciones de permanencia en su menú, como su famoso Mole Madre –conformado por más de 100 ingredientes y añejado por más de 3000 días–.
Otros platos destacables son su taco de langosta con col de Bruselas y macadamia, su aguachile de naranja y lima, o su huarache de abulón con salsa martajada y frijol santanero. Para visitar Pujol, es imprescindible acudir con reservación previa, que debe realizarse aproximadamente con dos meses de anticipación. Sin duda alguna, es un restaurante designado para ocasiones especiales, así como personas que busquen conocer una faceta más contemporánea de la cocina mexicana.
