La ciudad de Quebec se distingue por ser de lo más europea posible en América del Norte. Al pasear por sus calles empedradas llenas de bistrós de estilo francés y gente de habla francesa, pensarías que estás en París. Sin embargo, a pesar de su encanto europeo, la ciudad tiene un ambiente norteamericano muy distintivo y hermosos atractivos naturales que estamos seguros lograrán maravillarte. Si esta es tu primera vez en Quebec, considera estas cinco paradas para navegar por su cultura inusual y conocer lo mejor de esta bella ciudad en Canadá.
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Da un paseo por el Viejo Quebec
Pasea por las calles más antiguas de América del Norte en el Centro Histórico de Quebec. Si es tu primera vez en esta ciudad, caminar a lo largo de las murallas que rodean este sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y admirar la vista desde todos los ángulos es una actividad imperdible. A pesar de sus 400 años de increíble historia, Quebec se mantiene muy viva y ofrece maravillosos momentos sea cual sea la la estación del año en que la visites, con un ambiente mágico en invierno y muy alivianado en el verano. Llena de encantadoras callecitas y tiendas locales, el mejor tip es hacer un recorrido a pie para aprender sobre su fascinante historia.
Visita el Parque de las Cataratas de Montmorency
Si algo caracteriza a Canadá es que al ser un país tan natural y deslumbrante, cuentan con miles de bellezas naturales que superan siempre a la anterior, cosa que a los amantes del ecoturismo les fascinará. Muy cerca de la ciudad de Quebec, se encuentra esta cascada que es 30 metros más alta que las mismas Cataratas del Niágara. Ya sea que las disfrutes montado en una góndola, subiendo la escalera escénica o cruzando el puente colgante, las vistas de las cataratas de Montmorency son simplemente impresionantes. Experimenta el poder de la naturaleza, en este sitio turístico en contacto con la naturaleza a solo 15 minutos del centro.
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Explora el Parque Nacional Jacques-Cartier
Considerado como uno de los valles glaciares más deslumbrantes de Quebec, el Parque Nacional Jacques‑Cartier, es una vasta meseta montañosa atravesada por profundos valles y ríos; y todo un paraíso para los amantes de las experiencias al aire libre. Afortunadamente, ofrecen una variedad de maneras para disfrutar el parque y sus exuberantes alrededores, tanto para los más aventureros como para los que una caminata por el bosque basta. Lo mejor es que sus numerosos senderos te permitirán encontrar castores, ciervos e incluso alces en sus hábitats naturales.
Conoce la esencia del la Nueva Francia en la Île d’Orléans
A unos 5 kilómetros al este del centro de la ciudad de Quebec, se encuentra esta isla canadiense perfecta para disfrutar un día lleno de historia y sabores. La Île d’Orléans te hará viajar en el tiempo hasta el Quebec rural del siglo XVIII, repleto de pueblos, granjas, iglesias y encantadoras casitas. Con toda la esencia de la Nueva Francia, prepárate para pasar un gran día entre granjas, viñedos, campos de fresas y frutos del bosque, de la mano de los mismos artesanos que te harán sentir como en casa. Y para disfrutar de la gastronomía local, la recomendación es dejarte guiar por tu corazón para entrar a alguno de sus pequeños restaurantes rústicos o armar tu propio picnic con todos los productos artesanales que este lugar ofrece.
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Recorre el Musée national des beaux-arts du Québec
Por último, pero no menos importante, está el Museo Nacional de Bellas Artes de Quebec, donde podrás apreciar la colección de arte más grande de Quebec. Este espacio alberga una colección de referencia de más de 40 000 obras, permitiendo aprender sobre el arte quebequense desde el siglo XVII hasta la actualidad. Visita los pabellones del museo ubicados en la vasta extensión de las Llanuras de Abraham y permítete conocer a los talentosos artistas quebequenses y de otros lugares cuyas obras están en exhibición.
