7 lugarcitos en la CDMX para ir a comer cuando extrañes a tu abuelita

Para mucha gente, las abuelitas son un tesoro que deja una marca profunda en nuestras vidas y con quienes compartimos montones de recuerdos felices, muchos de ellos en la cocina o alrededor de la mesa. Si despiertas con uno de esos vacíos que sabes que solo se pueden llenar con la comida de la abuela, estos siete lugares en la CDMX pueden ser justo el antídoto que necesitas para aliviar y honrar la nostalgia (y también son grandes opciones para llevarla a comer si todavía está aquí y quieres apapacharla mucho).

¡Coman, disfruten y compartan!

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FARMACIA INTERNACIONAL

Si algo caracteriza a las abuelas, es que son capaces de reconfortarte con su mera presencia, y Farmacia Internacional tiene esta misma esencia cálida y acogedora tanto en la sucursal de la Condesa —en una esquinita muy linda— o en la de la Juárez. Su decoración vintage va muy a juego con las delicias que encontrarás en sus vitrinas, entre las que destacan las Pop-Tarts caseras, los roles de canela y una gran variedad de pasteles que se hornean todos los días y que se sienten como un abrazo en cada mordida. Cualquier hora es buena para darse una vuelta por este sitio, pero la hora del desayuno y la del ‘cafecito’ son particularmente apapachadoras, y casi se siente como si estuvieras de visita en la casa de la abuela.

Foto: @farmacia.internacional.condesa

BENCOMO

El menú de este restaurante es una oda no solo a la cocina mexicana, sino también a los sabores familiares y a todas las tardes que pasamos alrededor de la mesa compartiendo con nuestros seres queridos. Además de ser una excelente opción para llevar a tus abuelitos a desayunar, comer o cenar, también es un sitio que te alivia la nostalgia con los platillos más clásicos reinterpretados por el chef. No te puedes ir sin probar el pan —de hecho, puedes venir solo por el pan, pues al fondo hay una panadería que incluso cuenta con su propio acceso—, que se hornea cada mañana y se sirve justo como en casa de los abuelos.

Foto: @bencomo_rest

LA LANTERNA

Este restaurante italiano sobre Paseo de la Reforma es una joya congelada en el tiempo que seguro te cautivará con su comida honesta y reconfortante y su decoración de madera que te transportará a décadas pasadas —o al comedor de tus abuelos—. Este proyecto familiar abrió sus puertas en 1966 y desde entonces conserva ese espíritu entusiasta por la comida y la familia. Este es un gran lugar para ir a apapacharte esa ‘espinita’ melancólica y disfrutar del bullicio y el ajetreo que recuerdan a las comidas familiares en casa de la abuela, acompañado de las mejores pastas y una buena copa de vino. 

Foto: @lalanternamx

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APEGO, BALCÓN DEL SUR

A pesar de encontrarse a solo un par de cuadras del Periférico, esta terraza en un segundo piso es un oasis tranquilo rodeado por las copas de los árboles donde la propuesta —desde la decoración hasta el menú— es sentirse como en casa. Ya desde el nombre este lugar celebra los vínculos y las conexiones humanas, esto se traduce en música a un volumen agradable, platos ideales para pedir al centro y compartir, y un menú infantil para consentir a los más pequeños. No te pierdas los tacos caramelo —Rib Eye con cebolla caramelizada— y las carnitas de atún, y guarda un espacio para su pastel de chocolate, cuyo betún extra cremoso enorgullecería a cualquier abuela.

Foto: @apego.mx
Foto: @apego.mx

MAQUE

Cuando de pan dulce se trata, Maque es una de las grandes instituciones de la CDMX. Este es otro de los consentidos de las abuelitas, y un gran apapacho que te calienta el corazón cuando el día no va tan bien y necesitas un abrazo. Cuentan con varias sucursales, pero todas comparten esa atmósfera de antaño que recuerda a los fines de semana despreocupados en casa de la abuela. No hay mejor forma de empezar el día que con una de sus conchas recién salidas del horno, o mayor broche de oro para terminar la comida que su brownie de chocolate con helado o el pay de manzana.

Foto: Maque Oficial
Foto: Maque

SAN ÁNGEL INN

Situado en lo que durante la época colonial fue la Hacienda de Goicochea, San Angel Inn se ha convertido en uno de los restaurantes clásicos con mayor tradición de la CDMX. Su propuesta de cocina internacional se combina con sus preciosos espacios —desde los acogedores salones interiores hasta los espectaculares jardines— para ofrecer una experiencia única, pero también profundamente familiar. Si un día extrañas a tu abuelita, el San Ángel Inn seguro te recordará los festejos y celebraciones que pasaste con ella, sobre todo si pides la emblemática ‘isla flotante’ —merengue servido sobre frutos rojos y salsa de vainilla— para endulzar los recuerdos.

Foto: @restaurantesanangelinn
Foto: @restaurantesanangelinn

BUDAPEST CAFÉ CUKRÁSZDA

Aquí hay dos opciones (que no son mutuamente excluyentes): Budapest Café te puede transportar directo a Hungría, o a la sala de casa de tu abuelita. Con su decoración vintage abundante en reliquias familiares de todo tipo, este rinconcito de lo más acogedor deleita a sus comensales con su propuesta inspirada en las delicias de la gastronomía turca, sobre todo los postres artesanales que saben mejor acompañados de un buen café. 

Foto: @budapestcafemx