Quizá lo más que te has servido en un dispensador dentro de un restaurante es el típico vaso refill de refresco o de agua saborizada. Eliges un sabor, le picas al botoncito y listo. Pero ahora toma ese mismo concepto y súbelo de nivel al mundo del vino. En lugar de tres opciones básicas, aquí tienes una fila completa de etiquetas, cepas y estilos para que tú mismo te sirvas las copas que quieras. Suena a fantasía para los amantes del vino, pero es justo lo que hace especial a Diablo Vino & Fuego en Santiago de Chile, un restaurante que convirtió el autoservicio en una experiencia gourmet.


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Inaugurado este mismo año, es el primer restaurante de la reconocida marca mundial Casillero del Diablo, de la histórica viña chilena Concha y Toro. Con este proyecto, la marca se estrena en el mundo gastronómico con una propuesta que gira en torno al vino y al fuego. Donde por un lado puedes descubrir el vino chileno a través de su wine dispenser, y por el otro, una cocina a las brasas que completa la experiencia. Se encuentra en el exclusivo Mercado Urbano Tobalaba –MUT–, en la comuna de Las Condes, curiosamente llamada Sanhattan, una zona muy parecida al Santa Fe de la CDMX.


Cómo funciona el Dispensador de Vino en Diablo
El famoso wine dispenser es, sin duda, la estrella del lugar y funciona de una forma súper sencilla. Al llegar, te dan una tarjeta que será tu ‘llave’ para probar los vinos que quieras. Te acercas a la máquina y ahí encontrarás un montón de etiquetas de Concha y Toro: desde los clásicos de Casillero del Diablo hasta vinos premium y ediciones especiales. En total, hay unas 66 etiquetas disponibles, así que sí, es un paraíso para quien disfruta explorar. Cuando ya elegiste cuál quieres, insertas tu tarjeta, luego escoges el tamaño de la copa, puede ser degustación, media o completa y ahí mismo puedes ver el precio de cada una. Colocas tu copa bajo el dispensador y listo, te sirve el vino a la temperatura ideal porque todo está refrigerado. Cuando terminas tu copa puedes volver por otra completamente distinta, así que es una gran forma de descubrir vinos nuevos sin tener que comprometerte con una botella. Todo lo que consumas se va registrando en la tarjeta y al final lo pagas junto con tu cuenta. Lo mejor es que no tienes que ser experto para usarlo. Basta con elegir qué llama tu atención y dejar que la máquina, –y tu curiosidad–, hagan el resto.



Qué comer en Diablo Vino & Fuego
Como ya decíamos, la otra mitad de la experiencia en Diablo Vino & Fuego es su cocina inspirada en el fuego, diseñada por el reconocido chef Matías Arteaga, famoso por su trabajo con producto chileno. Aquí la cocina es abierta, así que desde tu mesa ves los fogones encendidos y el fuego haciendo lo suyo. El menú está organizado por etapas y algo que se agradece muchísimo es que en cada plato te sugieren qué tipo de vino le queda mejor, ya sea blancos, tintos o vinos ligeros. Para empezar hay opciones como burrata chilena, ostras del mar de Chile, milhojas de papa y jaiba, empanadas de pino frito y más. Luego están los Fierritos Parrilleros, que son tipo brochetas al carbón con opciones como pulpo, atún, pork belly, pollo ahumado o anticucho. También hay ensaladas donde el fuego sigue siendo protagonista, como la de vegetales a las brasas o la César con pollo ahumado. Y los platos fuertes están en la sección ‘Nuestro Horno Feroz’, con platos que se cocinan en su horno a carbón como pesca del día, pulpo, filete, entraña, lomo y la estrella absoluta, el Smokey Devil, una costilla de vacuno ahumada con 96 horas de preparación. Para acompañar, no fallan sus papas fritas o los ñoquis de camote sellados con hongos. Y para el dulce final opciones irresistibles como el milhojas de manzana al chardonnay, el smokey flan ahumado con crema batida o el Diablo Navegado, un ganache de chocolate blanco con vino y sorbete de naranja. Puras delicias para disfrutar mientras te sirves otra copa del dispensador.




La coctelería: otro punto fuerte de Diablo
Si quieres algo más allá del vino, la coctelería de autor también tiene su espacio en Diablo. Muchos tragos se preparan con licores y vinos de la marca, ya sea en versiones más sofisticadas de clásicos o en mezclas totalmente originales. Hay opciones muy llamativas como el Charnaval, con vino Chardonnay, gin, St-Germain, maracuyá y mango; o la Paloma Endiablada, hecha con Diablo Rosé 40°, pomelo, limón y un toque de tajín. Tampoco faltan las variaciones del pisco sour chileno, desde uno teñido con vino tinto hasta un sour con chardonnay o una versión ahumada. Además, hay cócteles clásicos y mocktails para todos los gustos. Con su dispensador de vinos, su cocina inspirada en el fuego, cocteles creativos y un ambiente que se disfruta desde que entras, Diablo Vino & Fuego es una parada obligada en Santiago de Chile. Y lo mejor es que este proyecto quiere llevar el vino chileno al mundo, así que quizá pronto llegue a otras ciudades importantes, crucemos los dedos para que una de ellas sea la CDMX.
Dirección: Mercado Urbano Tobalaba (MUT), Av. Apoquindo 2730, 5to Piso, Las Condes, santiago de Chile
Página: diablorestaurant.com



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