Si de experiencias gastronómicas se trata, la CDMX no deja de sorprendernos. Afortunadamente no hay que viajar tan lejos para disfrutar de los mejores ingredientes y exquisitas explosiones de sabor que consienten una y mil veces a nuestros paladares. La Ruta de la milpa es una de esas famosas experiencias gastronómicas a las que todo aquel que disfrute del buen comer no debe resistirse. Sigue leyendo para contarte todos los detalles sobre este proyecto al sur de la ciudad que resalta la cocina mexicana.
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A una hora desde el centro de la CDMX se encuentra San Pedro Atocpan, en la delegación Milpa Alta, reconocido por la preparación de mole, además de ser un espacio casi rural en donde se practica la milpa –técnica milenaria de policultivo de maíz, frijol y calabaza, principalmente–. Ahí, el chef Jorge Córcega y su familia crearon desde hace nueve años (2012) la experiencia gastronómica: Ruta de la milpa.
Se trata de un recorrido por diferentes lugares del territorio de Milpa Alta y por supuesto, por su gastronomía, ofreciendo una experiencia culinaria basada en la riqueza de la cocina mexicana. La propuesta se basa en dos principios: la recuperación y adaptación de los conocimientos y las técnicas de la cocina tradicional y el uso de los nobles productos que surgen de las milpas ubicadas en la región.
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El recorrido comienza en la Plaza Principal de San Pedro Atocpan, de ahí te guiarán a un desayuno típico en nopaleras orgánicas, mientras te explican todo acerca del cultivo y cosecha de esta planta, preparáte para aprender a cortarlo, limpiarlo y asarlo para prepararte un buen taco con tortillas a mano, una salsa de molcajete hecha al momento y café de olla.
Después, un taller tradicional de nixtamal y tortilla te permitirá probar los maíces nativos de la región y disfrutar de la mano de Laurencia Melo la creación de este platillo tan emblemático de nuestro país. Continúa en el pueblo de San Jerónimo Miacatlán, donde se imparte un taller de tamales de temporada, en dónde aprenderás a hacer tamales tradicionales de esta zona de la CDMX, empleando ingredientes de temporada.
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Y claro, no podía faltar el mole, haciendo una parada en una fábrica local de moles que cuenta con más de 45 años de experiencia. Todos los olores y sabores que se desprenden de este platillo único te harán salivar y prepararte para la última parte del recorrido.
Para cerrar con broche de oro, la experiencia termina con una comida tradicional –en donde estarán presentes la mayoría de los ingredientes del recorrido– en el restaurante. El menú cambia constantemente de acuerdo a los productos disponibles de temporada, pero una cosa es segura siempre, las tortillas son hechas a mano y las diferentes botanas artesanales hechas con maíz quedarán en tu memoria.
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Realiza previamente tu reservación AQUÍ. Ruta de la milpa solo abre los fines de semana.