Quedarse en un hotel moderno con todas las comodidades es siempre un gusto, pero hay algo especial, y casi mágico, en hospedarse en un lugar con historia. Los hoteles históricos tienen un encanto difícil de igualar: arquitectura impresionante, detalles originales que han sobrevivido al paso del tiempo y una atmósfera que te transporta directo a otra época. Además, es un verdadero milagro que, después de siglos, muchos de estos edificios sigan de pie y abiertos al público, listos para ser descubiertos. La mayoría de los que enlistamos aquí están en la CDMX, pero también incluimos una joya muy cerca de la ciudad que vale totalmente la escapada. Aquí te contamos cuáles son nuestros favoritos para viajar en el tiempo con solo cruzar sus puertas.
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Gran Hotel Ciudad de México
Casi frente al Zócalo, sobre la calle 16 de Septiembre, se encuentra uno de los hoteles más icónicos y elegantes del Centro Histórico: el Gran Hotel Ciudad de México. Inaugurado en 1899, este edificio originalmente no fue un hotel, sino la sede del Centro Mercantil, la primera tienda departamental de lujo en México. Funcionó como tal hasta los años 60, pero fue remodelado e inaugurado como hotel en 1968, justo a tiempo para los Juegos Olímpicos. Desde entonces, se ha consolidado como una joya arquitectónica del Porfiriato y un referente del estilo Art Nouveau en la ciudad. Hoy en día cuenta con 60 habitaciones que conservan el encanto de antaño. Lo que más impresiona al entrar es su famoso vitral Tiffany: con más de 20 mil piezas de cristal de colores, el cuarto vitral más grande del mundo. También destacan su majestuoso candelabro estilo Luis XV y un elevador antiguo con herrería impecable.
Dirección: 16 de Septiembre 82, Centro Histórico, Cuauhtémoc
Página: granhoteldelaciudaddemexico.com.mx
Hotel Geneve
El Hotel Geneve abrió sus puertas en 1907, por lo que es uno de los hoteles históricos con más tradición en la CDMX. Fue concebido como un hotel de lujo para viajeros y miembros de la alta sociedad de la época, y fue uno de los primeros en ofrecer servicios que hoy damos por sentados, como el teléfono en cada habitación, elevadores y un servicio de lavandería interno. También fue pionero en abrir sus puertas a mujeres que deseaban hospedarse solas. Incluso se dice que en su restaurante se sirvió el primer sándwich en México. El Hotel Geneve ha sido testigo de todo tipo de acontecimientos históricos y ha hospedado a figuras de la política, el arte y la cultura, tanto nacionales como internacionales. Su arquitectura refleja una clara influencia europea, con una mezcla de estilo neoclásico y toques Art Nouveau y Art Decó. Tanto por fuera como por dentro, el edificio conserva una elegancia imponente. De hecho, caminar por sus pasillos es como recorrer un museo, pues en sus áreas comunes se exhiben antigüedades, obras de arte y objetos de época cuidadosamente conservados a lo largo de los años, reforzando la sensación de estar en un lugar lleno de historia.
Dirección: Londres 130, Col. Juárez, Cuauhtémoc
Página: www.hotelgeneve.com.mx
Hotel de Cortés
Ubicado sobre Avenida Hidalgo, justo entre el inicio del Paseo de la Reforma y la Alameda Central, el Hotel de Cortés es uno de los rincones más antiguos y con más historia para hospedarse en la CDMX. El edificio data de 1620 y originalmente funcionó como una hostería para frailes agustinos, quienes encontraban aquí un espacio de descanso y contemplación al llegar a la ciudad. Hoy conserva ese aire de tranquilidad que lo hace especial. Su arquitectura es una joya del periodo colonial, con muros de piedra, techos altos, arcos y patios interiores. Como muchas construcciones de la Nueva España, está organizado alrededor de un patio central adornado con plantas y fuentes. Aunque se remodeló con todas las comodidades modernas, el Hotel de Cortés ha sabido conservar el alma de su historia. Sus 17 habitaciones mantienen un estilo sobrio con detalles que recuerdan su pasado: muebles de época, vigas de madera y una decoración que mezcla lo antiguo con lo funcional.
Dirección: Av. Hidalgo 85, Esq. Reforma, Cuauhtémoc
Página: boutique-de-cortes.mexico-hotels-mx.com
Hotel Gillow
A solo una cuadra del Palacio de Bellas Artes se encuentra el Hotel Gillow, fundado en 1875, se le considera el hotel en funcionamiento continuo más antiguo de la capital, lo cual ya dice mucho. Su historia comienza incluso antes, pues el edificio pertenecía originalmente a los jesuitas, pero tras las Leyes de Reforma fue expropiado. En 1869 lo compró el joyero británico Thomas Gillow, quien lo transformó en hotel. Su fachada, aunque discreta frente a otros hoteles más ornamentados, refleja la arquitectura de su época con techos altos, pasillos amplios y un elegante estilo Art Decó que, desde que entras, te transporta a otro tiempo. Aquí no hay decoraciones estridentes ni lujos exagerados: la verdadera riqueza está en su atmósfera. Hospedarse en el Gillow es como hacer una pausa en el presente y sumergirse en la elegancia tranquila de un México clásico, lleno de historia y carácter.
Dirección: Isabel La Católica 17, Centro Histórico de la CDMX
Página: hotelgillow.com
Antiguo Molino de San Jerónimo
Aunque no es tan conocido como otros hoteles históricos del Centro, el Antiguo Molino de San Jerónimo es una joya que guarda siglos de historia detrás de sus muros. Hoy funciona como un encantador hotel boutique, pero sus orígenes se remontan a los primeros años de la colonia, cuando aparecía en planos antiguos como un molino. La estructura actual conserva vestigios del siglo XVII y ha pertenecido a la misma familia desde finales del siglo XIX. De hecho, una de sus dueñas fue Concepción Salazar López de Santa Anna –sí, pariente del famoso general Antonio López de Santa Anna–. La transformación a hotel boutique fue un proyecto reciente y ambicioso que respetó el carácter original del edificio, integrando piedra, madera y detalles coloniales con un diseño contemporáneo elegante. Cada habitación está decorada de forma única y los espacios comunes exhiben fotografías históricas del Archivo Nacional. También hay spa y una terraza con lindas vistas al Centro Histórico. Y lo mejor es que está a solo un kilómetro del Zócalo, sobre una calle tranquila.
Dirección: San Jerónimo 33, Centro Histórico de la CDMX, Cuauhtémoc
Página: antiguomolinosj.com
Hacienda San José de Vista Hermosa
Aunque no está exactamente en la CDMX, vale la pena manejar un par de horas para conocer la Hacienda San José de Vista Hermosa, una joya histórica escondida en el estado de Morelos, a solo 15 minutos del lago de Tequesquitengo. Esta hacienda fue fundada en 1529 por el mismísimo Hernán Cortés. Inicialmente funcionó como trapiche, y con el tiempo se convirtió en una de las primeras y más importantes haciendas azucareras de la Nueva España. Tras la Independencia siguió creciendo, pero durante la Revolución Mexicana fue saqueada y quedó casi en ruinas. Por suerte, en 1945 fue rescatada y restaurada respetando su esencia original, y en 1947 reabrió como hotel. Desde entonces, ha mantenido su majestuosidad: muros de piedra de hasta seis pies de grosor, arcos coloniales, bóvedas enormes, una capilla, antiguos almacenes y hasta un acueducto que aún se conserva. Hoy, este hotel de lujo ofrece habitaciones con un estilo único y muy mexicano. Sus jardines tropicales, lagos, albercas y espacios abiertos te transportan directo al siglo XVI. Y por si fuera poco, se sabe que personalidades como Marilyn Monroe se hospedaron aquí, así que el glamour también forma parte de su historia.
Dirección: Carretera Alpuyeca Tequesquitengo Km 7, San José Vista Hermosa, Morelos
Página: haciendavistahermosa.com.mx
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