Si algo caracteriza a los restaurantes Azul es su auténtica pasión por la gastronomía mexicana. Desde hace más de 20 años, ofrecen a sus comensales una oferta gastronómica que redescubre los sabores más tradicionales de nuestro país, a través de un completo y variado menú a cargo del chef Ricardo Muñoz Zurita. Actualmente poseen tres sucursales en la CDMX que se distinguen un poco una de la otra por sus emblemáticas ubicaciones: Azul Histórico, Azul Condesa y Azul y Oro que está estrenando nueva dirección, ¡ahora en Polanco!
¡Come, disfruta y comparte!
TE PUEDE INTERESAR: 12 de los restaurantes mexicanos en la CDMX que tienes que visitar al menos una vez
Desde finales de abril de 2022 Azul Restaurantes comenzó a formar parte de la oferta gastronómica de Polanco en la CDMX. Azul y Oro –que probablemente conociste en Ciudad Universitaria– se ha mudado a una nueva ubicación en el corazón de Polanco para sorprendernos –como siempre– con su auténtica cocina tradicional mexicana en la zona poniente de la ciudad.
Como en cada uno de sus restaurantes, aquí encontrarás platillos únicos mexicanos que el chef Ricardo Muñoz Zurita se ha encargado de rescatar de recetas tradicionales poniéndole valor no solo al platillo en sí, sino la historia, los ingredientes y los utensilios utilizados de cada región del país.
TE PUEDE INTERESAR: Raíz: cocina de herencia mexicana que honra al producto de origen en Polanco
Aunque el menú mantiene algunos clásicos en todas las sucursales, como el auténtico salpicón de venado, la sopa de tortilla y el pescado Tikin Xic – preparado con achiote, acompañado con plátano macho, aguacate, tiritas de tortillas y salsa xnipec –, además el chef Zurita nos invita a conocer los exclusivos de Azul y Oro Polanco como el inédito guacamole con cecina, la ensalada de jitomates Heirloom, el Chipotle Amor – servido con la proteína de tu elección – y los chilaquiles con punta de res.
Si de moles se trata, el clásico mole poblano servido con pavo y el mole amarillo preservado con la receta antigua hecha con chile chilhuacle amarillo –que es un chile muy caro, escaso y raro de ver– son una verdadera delicia. La experiencia no termina ahí, a tu mesa llegarán unas tortillas ceremoniales bien calientes para disfrutar el platillo como se debe y con ganas de limpiar el plato.
Para acompañar tus alimentos, cuentan con una extensa carta de mezcales, vinos, destilados y refrescante coctelería entre los cuales probablemente te cueste elegir. Si tienes duda, puedes preguntar al servicio, son de lo más atentos y se encargarán de ayudarte con gusto con el maridaje en cuestión.
TE PUEDE INTERESAR: 8 terrazas perfectas para una salida con amigas en Masaryk (bonitas y de buen ambiente)
A la hora del postre existen ya legendarios platillos en los restaurantes Azul que no saben fallar, tal es el caso del pastelito de naranja agria, el helado de temporada y el nicoatole zapoteco. Pero si prefieres algo mucho más refrescante y diferente para terminar la comida, no puedes perderte el postre líquido; este es un chocolate muy especial, se trata de una mezcla del chef Ricardo con granos de cacao seleccionados de Tabasco y Chiapas, manufacturados en Oaxaca. Lo preparan en tu mesa con agua y un tradicional molinillo, mientras te explican que en realidad lo sirven «tibio» para así poder disfrutar todas las características del chocolate.
Dentro de un ambiente que destaca la artesanía de nuestro país tanto en mobiliario como en vajillas, objetos decorativos y música, Azul y Oro Polanco ofrece una experiencia de alta cocina mexicana sin dejar de hacerte sentir en un espacio acogedor. Nuestro spot favorito para disfrutar la experiencia: la planta alta por su vista al Parque Lincoln y los rayos de luz que entran desde su balcón.