Si estás en Guadalajara y buscas un lugar para relajarte, respirar aire fresco y desconectar tu mente del bullicio citadino, escápate al Bosque Los Colomos, un parque urbano con una extensión de más de 93 hectáreas de abundante vegetación, jardines míticos, lagos cristalinos y senderos serpenteantes, un verdadero oasis de paz y tranquilidad. Este parque es uno de los pulmones del área metropolitana, se encuentra en los límites de Guadalajara y Zapopan, llamado de los Colomos por la Planta Colomo, también conocida como ‘hoja elegante’, que puede llegar a medir hasta tres metros y es característica del bosque. Por todo su esplendor es uno de los refugios favoritos de las familias tapatías.
Una de las zonas emblemáticas de este oasis es el Jardín Japonés, una donación de Kioto a Guadalajara para representar la amistad entre ambas ciudades. El jardín, inaugurado en 1994, es una réplica de los jardines ceremoniales de Japón, fue diseñado con meticuloso cuidado y siguiendo los principios estéticos de la cultura oriental. En él se pueden apreciar esculturas tradicionales japonesas como la diosa Dagoin Sambion. También se integraron especies, que por su plasticidad, pudieran recrear la clásica jardinera japonesa como las azaleas, la flama china, el cedro y la camelia. Hay pequeños puentes de madera que atraviesan un lago artificial en el que se puede observar lo más significativo de la fauna, los coloridos peces koi, que nadan en perfecta armonía junto a nenúfares que flotan en la superficie.
Pero el jardín no es el único atractivo de este bosque, casi en la entrada hay un área de ponys y caballos, quienes por un precio bastante accesible te dan un recorrido por todo el lugar. También es un parque amigable para los deportistas porque dispone de cinco pistas para correr, área de calentamiento y canchas de basket. Otro de sus espacios biológicos es el Jardín Árido, que recibe su nombre por la vegetación que lo habita, al no necesitar mucha agua se ha convertido en un microsistema autónomo para el bosque. Un poco más adelante, se encuentra el Lago de las Aves, donde se puede ver al pato real mexicano, una especie en peligro de extinción que ha encontrado en el bosque las condiciones de alimentación y anidación para resguardar su especie, también pueden verse otros animales como garzas, tortugas y peces.
Además de su belleza natural, este bosque también resguarda construcciones históricas, como un famoso castillo construido entre 1898 y 1902, que antes fue sede de la administración de aguas y obras hidráulicas de Los Colomos, tiempo después fue el hogar del compositor mexicano Pepe Guizar, y actualmente es el Centro Cultural Casa Colomos donde se llevan a cabo actividades culturales y presentaciones artísticas. A lo largo y ancho del bosque se pueden apreciar esculturas del arquitecto Fernando González Gortázar, la más notoria son Las Pérgolas, estructuras de decoración instaladas en el espacio abierto que proporcionan sombra a los visitantes y estética al lugar. Casi al fondo se encuentra el Coyote Café, donde es posible echarse un cafecito o un rico desayuno.
Como el bosque tiene una gran diversidad de fauna con aproximadamente 178 especies de anfibios, aves y ardillas, el Bosque de Colomos fomenta la educación ambiental a través de sesiones de observación de aves, recorridos nocturnos, campañas para plantar árboles y cursos de verano para niños y adultos en donde se enseña de etnobotánica, cosmética natural, teñido natural de prendas, meditación, y muchos otros. Todo el parque es totalmente gratuito y está abierto de lunes a viernes de 6:00 a 19:30 horas.
Dirección: Bosque Los Colomos, Calle Patria, Providencia, Guadalajara.
Teléfono: 33 96 88 85 95
Página: bosquesurbanos.mx
