Las playas poco conocidas guardan un lugar especial en nuestro corazón porque se disfrutan de una forma distinta, exclusiva y personal. Son lugares secretos a donde no llegan todos sino unos cuantos. Mantienen una esencia de tranquilidad muy particular, ideal para meditar, dejarse envolver por la naturaleza y encontrarse con uno mismo. Por supuesto, México esconde muchas de ellas a lo largo y amplio de su territorio. Y aquí, como buenos amigos, te revelamos unas cuantas para que las consideres en tu próximo viaje.
Roca Partida en Veracruz
Es bien sabido que no todos aman las playas de Veracruz, pero este estado esconde una joya natural en la región de San Andrés Tuxtla. Se trata de Roca Partida, un rinconcito de grandes acantilados y aguas de azul intenso. Un paraíso semivirgen rodeado por regiones tropicales que mantienen su esencia natural. Puedes visitarlo libremente o adquirir un tour donde se te explique todo respecto a su entorno. Además, es un destino perfecto para los turistas aventureros que gustan de realizar actividades ecoturísticas como rappel, ciclismo de montaña, snorkel, buceo, kayak y camping.
Playa Maruata en Michoacán
Todavía, hasta el día de hoy, mucha gente desconoce que en Michoacán hay playas hermosas, y quizá por eso, la mayoría se mantienen vírgenes. Una de ellas es la Playa Maruata, que goza de una tranquilidad permanente y atmósfera pacífica. Se esconde entre grandes formaciones rocosas y es el hogar de una variada biodiversidad acuática, entre ellas, las tortugas marinas, hermosas especies de las que se puede apreciar su avistamiento. Otro de sus atractivos son unos ‘jacuzzis naturales’, creados por la acumulación de agua entre las rocas marinas. También puedes dar un paseo a caballo junto al mar, practicar buceo, snorkel, pesca deportiva y camping.
Tehuamixtle en Jalisco
Apenas a una hora y media de Puerto Vallarta se encuentra Tehuamixtle, cariñosamente conocido como Tehua, un paraíso escondido entre bellos montes verdosos, aguas turquesas, olas suaves y clima cálido. Cuenta con dos particularidades: la primera es un barco hundido camaronero que puede verse claramente desde la orilla de la playa, gracias a sus aguas cristalinas. Y la segunda, es que sus aguas marinas ofrecen ostiones gigantes que son preparados por los locales y degustados al gusto de los visitantes. Además de caminar por su playa virgen, se puede practicar snorkel, hacer kayak, buceo y pesca deportiva.
Playa Conejo en Oaxaca
Este paraíso es una de las cuatro playas vírgenes de Bahía Conejo, en Huatulco, nos centraremos en esta por su agua limpia y cristalina, en donde incluso es posible ver algunos pececitos en su interior. La temperatura del mar es templada y debido a las rocas que la rodean, el oleaje es muy tranquilo, por lo que es posible nadar sin ningún riesgo. Tiene una arena fina de color semi blanco, por donde puedes hacer gratas caminatas y disfrutar de impactantes atardeceres en el mar del Pacífico. Para llegar a este paradisíaco lugar es necesario caminar unos 15 a 20 minutos desde Huatulco o Tangolunda, este recorrido se hace a pie o en cuatrimoto entre bahías y es perfecto para conocer la zona.
Pie de la Cuesta en Guerrero
De Guerrero, lo más conocido es Acapulco, sin embargo, a unos escasos 30 minutos de Puerto Márquez se encuentra Pie de la Cuesta, una playa semi virgen con mar abierto en donde puedes hacer largas caminatas sobre su franja costera y apreciar espectaculares atardeceres mientras disfrutas de un rico mezcal o un huachinango asado. Cuenta con algunas cabañas rústicas para hospedarse frente al mar. Paralelamente a la playa se encuentra la laguna de Coyuca, conocida por ofrecer recorridos en botes y motos acuáticas para ver aves, iguanas y cocodrilos en la isla Montosa.