En los últimos años, la Roma ha sido testigo de incontables aperturas de nuevos restaurantes, bares y cafeterías con una enorme variedad de propuestas. No obstante, son pocos los que realmente prosperan para llegar a convertirse en clásicos de la colonia. Diez años después de su apertura, LALO! ya no solo se presenta como uno de los mejores restaurantes para desayunar en la Roma, sino que además ha demostrado que su apuesta por la calidad de los ingredientes y el dominio de la técnica han dado resultado, pues además de ser uno de los sitios consentidos entre los vecinos y visitantes de la zona, también lo es entre los cocineros que buscan un lugar dónde comer rico y casual en su día libre.
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Una década de LALO!
LALO! abrió sus puertas por primera vez en 2014, un proyecto del chef Eduardo Gacría y su esposa, Gabriela López, quienes buscaban ofrecer un lugar de espíritu desenfadado que permitiera tanto a los cocineros como a los comensales experimentar la cocina mexicana contemporánea desde una óptica fresca y relajada. Su enfoque en la innovación culinaria se caracteriza por el uso de ingredientes locales y de temporada, así como por la articulación de un menú de comida reconfortante con marcadas influencias de la cocina mexicana, la italiana y la norteamericana.
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Desde hace ya varios años, la batuta pasó a las manos de la chef Mariana Alfarache, quien tiene absoluta libertad creativa para idear platos especiales según los ingredientes que traen los productores locales cada mañana, así como para hacer ajustes en el menú. De esta forma, la cocina de LALO! ha logrado mantenerse a la vanguardia incluso después de una década, pues aquí todo se basa en abrazar el día a día, aprender —hasta dominar— técnicas nuevas, dejarse guiar por los ingredientes y consentir a los comensales que regresan una y otra vez.
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El compromiso de LALO! en la industria gastronómica
Tras una década marcando las pautas dentro del panorama culinario de nuestra ciudad, el equipo de LALO! continúa asumiendo una responsabilidad que no deja de lado la importancia de alimentar y satisfacer a los comensales, pero que tampoco se limita únicamente a lo que sucede en la mesa. Para la chef Mariana Alfarache, el compromiso empieza mucho antes de que lleguen los clientes y continúa mucho después de que se van.
Para empezar, hay un compromiso con el medio ambiente y con los pequeños productores, y este consiste en escuchar a la tierra y adaptar nuestros patrones de consumo para saborear lo que está de temporada y lo que se está produciendo en los campos cercanos. Por otro lado, en LALO! hay una conciencia plena sobre los patrones y las fallas de la industria restaurantera, y se busca fomentar un ambiente laboral más amable, flexible y responsable con cada una de las personas que trabajan aquí.
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Qué desayunar en LALO!
Aunque hoy los comercios de la colonia Roma despiertan temprano para deleitar a los transeúntes con el aroma del café y el pan recién hechos, hace diez años, LALO! fue pionero en el nicho de los desayunos en la zona. Así pues, este lugar ha tenido bastante tiempo para convertirse en uno de los restaurantes clásicos para desayunar en la Roma, con platos infalibles como el Toast de aguacate, los Chilaquiles verdes con huevo, el Croque Madame, los Pancakes de buttermilk y el French Toast.
Vale la pena destacar que la cocina de LALO! se distingue por su política de preparar todo desde cero. Todas las salsas, los aderezos, las mermeladas y compotas, la panadería e incluso la charcutería se elaboran en casa con el objetivo de cuidar (y disfrutar) cada paso del proceso. El resultado también se observa en la frescura de todos los elementos que componen los platos, y en ese toque tan característico que no vas a encontrar en otro lado.
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Qué comer en LALO!
Si bien LALO! le debe buena parte de su fama a su menú de desayunos, a la una de la tarde se cambia la carta para darle la bienvenida a las comidas. La esencia es la misma: comida rica, bien hecha y reconfortante que no exige sacrificar la cartera para comer delicioso. Y es que estamos hablando de un menú variadísimo, el cual pone de manifiesto los talentos del equipo en la cocina.
Desde sopas del día, una Ensalada César que dan ganas de repetir y pizza estilo napolitana con una masa especial formulada en casa, hasta platos como el Papardelle con ragú de chamorro de Wagyu y los Calamares fritos con salsa tártara y salsa marinera. No te olvides de preguntar también por las bebidas del día, así como por algunos de los especiales que podrían no estar en la carta.
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