Uno de los atractivos más vistosos de la Ciudad de México son sus innumerables construcciones históricas, que con el paso del tiempo han logrado mantener sus fachadas originales. Pero hay una muy particular que destaca entre todas por ser literalmente una cápsula del tiempo. Y es que no solo conserva historia en su exterior, sino que al entrar, cada una de sus habitaciones, muebles y objetos, te trasladan a un viaje por el México Virreinal y del siglo XX. Se trata de la Casa Guillermo Tovar de Teresa, hecha museo desde el 2005 y a la que puedes entrar gratuitamente para maravillarte y cultivarte con su inmensa colección.
¿Quién fue Guillermo Tovar de Teresa?
Vayamos por partes, Guillermo Tovar de Teresa, fue, como lo describen sus amigos, un ‘niño genio’ con una memoria prodigiosa. Nació el 23 de agosto de 1923 entre dos familias acomodadas y con un arraigo importante en el país, la familia Tovar y la familia de Teresa, integradas por importantes políticos, académicos y novelistas reconocidos. De niño, Guillermo vivió en la casa de su abuelo, quien tenía una enorme biblioteca, lugar donde descubre su pasión por los libros, por la historia de México y por la paleografía –la ciencia que estudia las escrituras antiguas–. Cuando tenía 13 años, el presidente Díaz Ordaz lo mandó llamar para que diera un dictamen sobre el incendio del Altar del Perdón en la Catedral Metropolitana, convirtiéndose en el asesor más joven de Arte Virreinal. Tovar de Teresa también fue un estudioso e historiador del Virreinato, del Segundo Imperio y del Porfirismo, un gran cronista de la capital, promotor y defensor del patrimonio cultural iberoamericano.
Un coleccionista compulsivo
Guillermo Tovar veía el coleccionismo como un ejercicio selectivo, le gustaba discernir y comprender la carga simbólica de los objetos. Por eso, en 1995 adquirió una casona porfiriana en el número 52 de la calle Valladolid, en la colonia Roma. Tardó dos años en restaurarla porque le agregó una biblioteca y un estudio personal. Luego la habitó desde 1997, y hasta su muerte en 2013. Para él, recuperar esta casa era recuperar un poco del México virreinal. Era un enamorado de la historia con ganas de explicarnos de dónde veníamos. Esta casa y todo lo que hay en ella es lo que Guillermo fue recopilando a lo largo de su vida.
Una casa hecha museo
Después de la muerte del historiador, la Fundación Carlos Slim adquirió el acervo completo para luego abrirlo al público en 2019, por lo que ahora es la tercera sede del Museo Soumaya. Sin embargo, esta casa porfiriana es un recinto sin museografía porque se exhibe justamente como Guillermo la soñó y la vivió los últimos días de su vida. El recinto, declarado Patrimonio Artístico de México, cuenta con un vestíbulo, una sala de recepciones, el Salón Rojo, el Salón Azul, el comedor, el Pasillo Ajedrezado, la recámara, el Jardín Victoriano, el patio y la biblioteca con más de 20 mil volúmenes, con libros y archivos fotográficos que dan cuenta de los intereses de Guillermo Tovar.
Todos los espacios están decorados con tapices, cortinas, muebles antiguos, platería, vajillas de talavera, cristales novohispanos, artículos de porcelana, piezas de arte, pinturas de escenas cotidianas del siglo XVII y XVIII, grabados de la época y esculturas de artistas destacados como Pereyns, Lagarto, Juárez, Echave Rioja, Cabrera, Páez, Rugendas, Pingret, Arrieta, entre muchos otros. Viaja en el tiempo y visita este tesoro de la Ciudad de México que está abierto de lunes a domingo de 10:00 a 17:00 hrs.