La parrilla más importante de Buenos Aires, a cargo del chef Gastón Rivera, llegó a conquistar tierras mexicanas con un maravilloso concepto porteño y los mejores cortes. Existen muchos restaurantes para comer cortes argentinos en CDMX, pero ninguno como La Cabrera. No por nada ha sido calificada cuatro veces seguidas –desde el 2014– como uno de los 50 mejores restaurantes de América Latina. ¿La razón? ¡Más de 25 cortes de carne, acompañados con decenas de guarniciones para compartir!
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La Cabrera nació hace 18 años en Buenos Aires y, hoy en día tiene presencia por todo Latinoamérica: tiene 10 exclusivas sucursales en Paraguay, Filipinas, Bolivia, Perú, Miami y, a finales de 2016 abrió sus puertas en México, dentro de Plaza Antara, en Polanco; resulta ideal para ir a comer con amigos, saliendo del trabajo.
Apenas tomes asiento, tendrás frente a ti el tradicional pan horneado de la casa, acompañado con mantequilla, aceitunas y un cremoso puré de coliflor que no puedes dejar de probar.
Como entrada, te recomendamos probar la provoleta a la parrilla, seguido del tradicional bife de chorizo criollo y una orden de dos empanadas, una rellena de carne y la otra de elote con queso. No olvides acompañarlas con las salsas típicas argentinas: salsa criolla y chimichurri. ¡Todo el sabor de Palermo, directo a tu paladar!
Entre las entradas que no te puedes perder, se encuentran los jugosos pimientos grillados, rellenos de queso con huevo, orégano y una pizca de sal. El secreto de este platillo se encuentra en los aderezos que le acompañan: mayonesa de chimichurri, pesto de jitomate deshidratado y un acidito persivale, con los que puedes jugar y combinar los sabores para conseguir un resultado exquisito.
Sin duda, como todo buen restaurante argentino, los grillados son los platillos estelares. Toda la carne que utilizan es de gran calidad: Angus Black, Choice y Prime importados desde Estados Unidos y Canadá. Ofrecen más de 25 cortes de carne entre los que puedes escoger desde Ribeye hasta un Bife de Wagyu certificado. Si entre tantas deliciosas opciones no logras escoger, te recomendamos probar el suave y jugoso Ojo de Bife de 600g. Las porciones son tan generosas y bien servidas que están pensadas para compartir, con familia o amigos.
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Todas las tablas de cortes salen acompañadas con las guarniciones del momento, que cambian cada tres meses dependiendo de la temporada. Pese a que el menú es el mismo que en la sucursal de Buenos Aires, también se ha ido tropicalizando para dar gusto al paladar mexicano, y esto se logra apreciar en sus especiales guarniciones. Las hay para todos los gustos: calientes y frías; saladas y dulces. ¡Son la razón de su gran éxito!
Las calientes: una cremosa cacerola con
espinacas a la crema; nopales con salsa tatemada y grano de elote; puré de papa
con toque de aceite de trufa; churro de plátano macho frito; y medio cuaresmeño
relleno de queso crema, cebolla y tocino, gratinado con queso cheddar
Por otro lado, las frías son: una fresca ensalada, preparada con una combinación de col morada con blanca, zanahoria rallada, jícama y grano de elote; espuma de jamaica, hummus con paprika; sofrito de berenjena con pimiento rojo y cebolla a la turca;créme brulée a base de zapote con toque de caramelo; marinado de betabel con chimichurri y toque de ajonjolí, milanesa de jitomate y salsa marina.
Si todavía no te has desabrochado el botón del pantalón con el increíble festín, puedes cerrar con broche de oro con la increíble degustación de postres que trae para ti una gran charola con un par de panqueques –lo que en México llamamos crepas– rellenas de dulce de leche, seguidos de un lechoso tiramisú y un carameloso flan casero, acompañados de tres bolas de helado: chocolate, vainilla y, el favorito, de dulce de leche.