Las Tierçon: barricas centenarias que resguardan el sabor de LOUIS XIII

Solo los mejores eaux-de-vie que componen el cognac LOUIS XIII pueden madurar en barricas únicas, creadas con madera proveniente de los bosques de Francia, en la región de Limousin: Las Tierçons, una especie de pequeños santuarios que resguardan todas las propiedades de este cognac, creado a través de un proceso artesanal que cuida cada detalle: desde la tierra de la que surgen las uvas que lo conforman hasta los árboles con los que crean sus especiales contenedores.

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Foto: Rémy Martin

Las Tierçons forman parte de la historia de LOUIS XIII, ya que sin estas, los aspectos que caracterizan a esta bebida –como el sabor y aroma– serían totalmente diferentes. Su original composición y las delgadas duelas que definen su forma permiten la interacción entre los eaux-de-vie, el aire y la madera. En el pasado, fueron diseñadas inicialmente para transportar el cognac en carretas haladas por caballos, y se llevaban de tres en tres, hecho que sirvió de inspiración para su nombre actual.Ninguna tierçon puede ser reemplazada. Con el paso de los años, cada una se restaura cuidadosamente y se analiza su evolución detalladamente gracias al cuidado de los maestros de cava, quienes trabajan en el corazón de las bodegas de LOUIS XIII.

Foto: Rémy Martin

Una tierçon necesita de un siglo o un poco más para poder considerarse madura, lista para albergar los eaux-de-vie que eventualmente se convertirán en un cognac LOUIS XIII. Por otro lado, requieren de un constante cuidado para conservar todos los atributos que tiene desde su creación, convirtiéndose uno de los tesoros más preciados de Casa Rémy Martin en Grand Champagne.

Foto: Rémy Martin

El volumen de cada tierçon puede variar, pero el promedio ronda los 550 litros. Su forma es distinta a las de las barricas convencionales: son más grandes y largas. Su uso, siempre tiene que ser aprobado por un maestro de cava, quien estará recreando y preparando, para ese momento, la tierçon que servirá para el siglo por venir.

Foto: Rémy Martin

Así, a través de este proceso, de la atención casi quirúrgica que se tiene con las barricas que resguardan este preciado cognac,  LOUIS XIII demuestra que su calidad no es producto del azar sino de cuidar cada detalle durante décadas y décadas hasta obtener esos excepcionales aromas que evocan la mirra, miel, rosas secas, ciruela, madreselva, caja de habanos, piel, higos y maracuyá, que evocan esa fragancia del tiempo.