Aunque en la actualidad existen carnicerías y pescaderías por doquier. En Polanco, existe un oasis para los amantes de la cocina que desean vivir una experiencia premium a través de los buenos cortes, del pescado recién salido del mar, de quesos importados y de un ambiente acogedor.
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Se trata de Pardo, la carnicería boutique de Polanco que ahora ofrece una nueva manera de vivir la experiencia de la carne y la pesca a través de su nueva área estilo restaurante con periqueras para que puedas disfrutar de su materia prima sin tener que cocinar e incluso sin tener que salir del lugar.
Dicho sitio se caracteriza por tener un servicio único, ya que puedes comprar tu trozo de carne, pescado o tabla de quesos con la novedad de que te la preparan al momento si así lo deseas. Tiene la opción de que puedas vivir una experiencia gastronómica dentro de su establecimiento, acompañando tu compra con una copa de vino y /o cerveza.
Una de sus especialidades es la hamburguesa, y la pueden preparar con cualquier ingrediente que compres.
El Equipo de Food and Pleasure tuvo la fortuna de asistir a la inauguración de su nuevo concepto, llevado acabo por el Chef Jorge Sánchez.
Desde el momento de la llegada, su amable personal te hará sentir como en casa. Cada uno de los colaboradores de Pardo conocen a la perfección su profesión, ya que cuentan con años de experiencia atendiendo a clientes de todo el mundo, por lo que sabrán exactamente qué corte de carne o que pescado necesitas e incluso podrán asesorarte acerca de qué cocción sería la adecuada.
La experiencia comenzó con una ensalada de temporada, preparada con duraznos al Sous-Vide –envasado al vació para mantener la integridad de los alimentos–, con una mantequilla al romero. La vinagreta estaba hecha con miel maple y balsámico, y se complementó con prosciutto en forma de rosas y pedazos de queso mozzarella.
Ya que nuestro apetito se abrió, nos trajeron un platillo que nos encantó desde la presentación. Un puré de calabaza con miel maple y pepitas con unas gotas de aceite de oliva. Esto acompañó un pescado tipo lengua con una cocción perfecta. Lo original y tierno fue que el puré estaba dentro de una mini calabaza.
Mientras nuestra noche continuaba, nos trajeron una guarnición de risotto de hongos con aceite de trufa y nueces. Esto serviría para acompañar unos trozos de charcutería que nos sirvieron y por supuesto, una copa de vino tinto para acompañar.
Nuestra noche acababa y para que nos fuéramos con una sonrisa en la cara, nos trajeron un panqué de plátano acompañado de helado de vainilla y crema de cacahuate.
Próximamente habrá cursos de cocina salada y dulce con un máximo de 6 personas, que podrán ir probando lo que preparan. No se pierdan esto y sigan paso a paso cada noticia que irá saliendo a la luz acerca de más experiencias Pardo.
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