Tal y como salido de un universo arcano, en donde el enigma y el misterio se unen con lo mejor del ambiente festivo, el pasado 2 de febrero se llevó a cabo Tribu, un festival de música electrónica creado por el colectivo Soy Ser que llegó para que todos aquellos amantes de la música electrónica y el estilo ‘boho’ puedan vivir una experiencia única. Esta vez ocurrió en uno de nuestros destinos favoritos: Valle de Bravo, y nosotros estuvimos presentes para poder contarte todo lo que ocurrió en esta gran celebración
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La experiencia comenzó con nuestra llegada a un gran terreno, donde fuimos recibidos por un camino de antorchas y túneles llenos de luces de colores, es ahí cuando nos dimos cuenta de que a lo lejos nos esperaba la mejor fiesta de nuestras vidas. Poco a poco nos acercamos y con cada paso la música se hacía más fuerte, entonces seguimos el camino y lo primero que vimos fue un juego mecánico con luces de colores, y eso era simplemente el comienzo.
Seguimos caminando y fue ahí donde encontramos el escenario donde a muy pocos metros de estaba tocando el DJ de identidad anónima Hyenah. En las mesas era posible admirar algunas banderas con nombres de tribus, entre ellas, una de las nuestras. No tuvimos más remedio que dejarnos llevar por la música y comenzar a bailar.
Al poco tiempo, vimos unos tipis y decidimos entrar a uno de ellos, donde una adivina nos leyó las cartas para hablarnos un poco acerca de nuestro futuro. Al salir, nos maravillamos con un espectáculo protagonizado por los Voladores de Papantla, realizando su tradicional ritual.
¿Suena poco real no? Pues todavía falta más de esta historia, pues era momento de adentrarnos a una de las zonas más interesantes de este festival: la ‘Silent Island’, en donde nos encontramos que dos DJ’s emergentes estaban en plena batalla musical, ¿y cómo decidimos cuál era el mejor? Nos entregaron unos audífonos y escuchamos su música junto a una fogata. Mientras nosotros teníamos el color azul en los auriculares notamos que otros tenían el color rojo, ya que este varía dependiendo del músico al cual cada uno escuchaba. Al final ganó la batalla el que tenía el mayor número de audífonos con su color.
¿Demasiado cool para una sola noche? La buena noticia es que no acaba prondo, pues tuvimos toda la tarde y gran parte de la madrugada para seguir celebrando en un mágico sitio con la mejor música de artistas internacionales como Guy Gerber, Black Motion, Pachanga Boys, Lemurian y muchos otros. Todo con una producción increíble y luces por todos lados, además de un globo aerostático volando junto al escenario.
Así fue como Tribu, nos maravilló con el segundo capítulo de esta historia que promete llegar a otros continentes. Poder apreciar una experiencia de este tipo es algo que te recomendamos hacer mínimo una vez en la vida. La atención del lugar, la producción, los DJ’s invitados y el cuidado con el que todo se realiza es único, podemos decir que es como estar, literalmente, en otro planeta.
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